Una de las preguntas que más me hacen, y que veo que en general más atormenta la mente de las mujeres es “¿cómo le hago para tener una autoestima alta?” Y a mí me parece que no es que exista una fórmula mágica para amarte a ti misma, más bien creo que es un aspecto sumamente personal. Cada quién está lidiando con demonios distintos, con inseguridades diferentes, y cada quien tiene diferentes formas de luchar contra ellos y de sentirse empoderada. Lo que sí creo que es un factor común son las diferentes prácticas que tenemos, específicamente las mujeres, para autosabotearnos y lastimarnos aún más a nosotras mismas. Tal vez no tenga la respuesta final y la cura definitiva para la falta de amor propio y seguridad, pero estoy segura de que cuando conviertes una acción en algo consciente, es mucho más fácil trabajar en ello y comenzar a mejorar.

Hoy quiero compartir contigo 5 acciones que hacemos todo el tiempo y que son de las que más dañan tu autoestima. Me encantaría que después de que las leas, cada que te caches haciendo alguna de ellas, te pares un momento, te pidas perdón a ti misma y te repitas que eres perfecta y eres suficiente, porque no hay nada que sea más real que eso.

1.- Compararte: me parece que este es el demonio número uno en esta época. Hoy más que nunca estamos tan expuestas a tantos estímulos e imágenes diferentes que a veces parece imposible estar felices con lo que tenemos. Las redes sociales representan el peligro número uno cuando nuestra autoestima no está lo suficientemente fuerte. Vemos imágenes de vidas “perfectas”, relaciones “perfectas” y cuerpos “perfectos” por todos lados y eso nos hace cuestionarnos si realmente somos suficientes en muchos aspectos de nuestra vida. Pues te tengo una sorpresa, la mayoría del contenido que ves en redes sociales no es real ni auténtico, mucho de ello es contenido que tiene producciones enormes detrás y que no representa para nada la realidad de esta persona. Aprende no solo a filtrar lo que ves, sino a entender que cada quien tiene su propia realidad y hace lo que puede con ella. Ama tu cuerpo porque es lo que te permite estar viva; la belleza es lo más relativo del mundo, aprende a amar y a comprender la tuya, porque si tú no te amas, nadie más podrá llenarte nunca del amor que necesitas.

2.- No hacerte responsable de tus emociones: es MUY fácil echarle la culpa al mundo de nuestras desgracias, lo que no es fácil es darnos cuenta de la responsabilidad que tenemos en nuestras decisiones y pensamientos. NADIE te puede hacer sentir algo que no quieres, NADIE puede hacerte enojar, reír, llorar si tú no quieres. La responsabilidad total de tus emociones está en tus manos y en la importancia que le des a trabajar con tu estabilidad emocional.

3.- Tus demonios internos: esas voces en nuestra cabeza que nos dicen que no podemos hacer algo, que no somos lo suficientemente x para lo otro son el resultado de lo que hemos estado escuchando en nuestro entorno desde pequeñas, pero llega una edad en la que tenemos la responsabilidad de decidir trabajar en ello para resolverlo. No te conviertas en tu propio enemigo, cada vez que te caches pensando que no podrás hacer algo, para un momento y cambia el pensamiento, dite a ti misma que sí puedes y que no serás tu propia limitación. Aprende a reconocer y a domar tus demonios internos, no te permitas ser tu propio enemigo ni caigas en el papel de víctima.

4.- No cuidar nuestras relaciones: dicen que somos el resultado de las 5 personas con las que más convivimos. Ponte a pensar si esas 5 personas te llenan realmente de paz y de amor o son solo detonadores de inseguridades y pensamientos negativos. Rodearte de las personas incorrectas puede llevarte a caminos muy oscuros, cuida con quién te relacionas y trata de hacerlo solo con personas que traigan paz a tu vida.

5.- Tomarnos demasiado enserio lo que nos dicen los demás: esto es algo que me encaaaaanta repetir cuando ando dando sermones profundos a mis amigas, la gente no da lo que no tiene. Si tu mejor amiga no tiene dentro de ella esa vena detallista y romántica, nunca podrá ser detallista y romántica contigo, y muchas veces esas expectativas en los demás son las que nos hacen sentirnos poco merecedores cuando algo que esperamos no pasa. La gente habla desde lo que es y desde lo que conoce, trata de entender que eso representa quiénes son ellos, no quién eres tú y deja de tomarte los comentarios de la gente de forma tan personal.

Trabajar con tu autoestima y transformar tu vida en el proceso no es responsabilidad de nadie más que tuya. Comienza a trabajar contigo para obtener la vida que quieres.